El trabajo con las semillas nativas y criollas está enmarcado en lo que se llama el derecho consuetudinario [1]
No debe existir una norma que defina que se puede hacer algo que se viene haciendo tradicionalmente en un territorio, esto se hace por usos y costumbres
No debe existir una norma que defina que se puede hacer algo que se viene haciendo tradicionalmente en un territorio, esto se hace por usos y costumbres
Las organizaciones del movimiento agro-ecológico y las recientes Redes de Semillas Libres en Colombia vienen construyendo alternativas para conservar, recuperar, promover y defender las semillas nativas y criollas
Ante un marco normativo promovido por las empresas privadas que busca apropiarse de las semillas con derechos de propiedad intelectual, monopolizar su mercado con certificaciones, imponer un modelo productivo insostenible y criminalizar al agricultor, se ha generado un movimiento nacional por las semillas libres que promueve la necesidad de crear programas y proyectos que ayuden al agricultor a mejorar su producción bajo un enfoque agro-ecológico
Sin embargo, el concepto de mejorar la producción en el entendido de las entidades estatales y quienes las dirigen, está enfocado única y exclusivamente en un concepto de mercado globalizado, el cual implica mayor rendimiento, homogenización de productos y menores costos. Todo esto lo conciben en lo que ahora debatimos como los requisitos de calidad y eficiencia
Para las redes de semillas libres y el movimiento agro-ecológico todos estos conceptos de calidad y eficiencia son relativos hablando de producción agrícola y semillas. No se le puede pedir a un tomate cherry que produzca la misma cantidad que un tomate chonto
No se le puede exigir a todos los agricultores que tienen que producir la misma semilla, ni con el mismo modelo productivo. No se puede pensar que todos los suelos y climas pueden producir lo mismo y con el mismo sistema de producción.
¿Esto será lo que no entienden los funcionarios públicos y los políticos?
No se le puede exigir a todos los agricultores que tienen que producir la misma semilla, ni con el mismo modelo productivo. No se puede pensar que todos los suelos y climas pueden producir lo mismo y con el mismo sistema de producción.
¿Esto será lo que no entienden los funcionarios públicos y los políticos?
Las agriculturas alternativas, como las ha denominado el profesor Mario Mejía, han nacido y se han desarrollado a la luz de un viejo pensamiento de libertad por el cual aún la sociedad lucha, al considerar que la libertad que promete el mercado realmente son cadenas
La certificación es una cadena, los derechos de propiedad son cadenas, los sistemas de calidad son cadenas, el modelo de revolución verde es una cadena, las cadenas de mercado son cadenas para impedir que muchos lleguen
La certificación es una cadena, los derechos de propiedad son cadenas, los sistemas de calidad son cadenas, el modelo de revolución verde es una cadena, las cadenas de mercado son cadenas para impedir que muchos lleguen
Es por todo esto que el movimiento agro-ecológico y las redes de semillas libres agitan una bandera de libertad
Libertad de las semillas que se entiende como no privatización de las semillas, sistemas de garantía participativos, semillas libres de contaminación transgénica, libre circulación de las semillas. Esto no requiere normas o leyes que criminalicen al agricultor, esto requiere programas y proyectos enfocados a fomentar la agro-ecología, las agriculturas alternativas, las escuelas agro-ecológicas, las redes de semillas libres, las casas de semillas comunitarias - leer màs en Semillas de Identidad
